Volátil: en qué bosque es mejor caminar por la salud

Durante el fin de semana, muchos habitantes de la ciudad buscan salir al campo, lejos de los gases de escape y más cerca del bosque. El pasatiempo más útil no es inhalar humo de la barbacoa o aumentar el ejercicio físico en el jardín, sino una larga caminata en el bosque de pinos, ya que es aquí donde el aire está saturado de plantas volátiles. Pero, ¿qué es y qué tan útil es permanecer en otros bosques, por ejemplo, en abedules o encinares?

Para empezar, vale la pena explicar que todas las plantas en un grado u otro producen una producción volátil. Estas sustancias les proporcionan protección contra microorganismos y hongos patógenos. Los fitoncidios no tienen ninguna fórmula química, ya que cada planta en particular forma su propio conjunto específico de elementos activos involucrados en su protección. Lo que los une es su volatilidad, es decir, la capacidad de destacarse en el espacio circundante y sus propiedades antimicrobianas, que difieren mucho según la especie de la planta.

El bosque de pinos mencionado anteriormente, especialmente formado por árboles jóvenes, es considerado uno de los lugares más útiles para caminar. Los fitoncidios secretados por el pino pueden extenderse a distancias considerables, y los ingredientes que contienen matan una amplia gama de microorganismos peligrosos, incluida la Escherichia coli y el agente causante de la tuberculosis, la varita de Koch. Es por esta razón que en aquellos países donde hay macizos de pino, se encuentran sanatorios para pacientes con tuberculosis. Según los científicos, 1 hectárea de bosque de pinos produce alrededor de 5 kilogramos de fitoncidios útiles al día. Pero aún más útil es el bosque de enebros, ya que forman 6 veces más volátiles, que saturan el aire circundante. Vale la pena señalar que todos los bosques de coníferas, incluidos el cedro, el abeto y el abeto, se consideran extremadamente útiles para la recreación, precisamente debido a la gran cantidad de productos volátiles en el aire.

Pero los árboles de hoja caduca también tienen la capacidad de liberar fitoncidios. Los más famosos por sus propiedades antimicrobianas son el eucalipto, el mirto y el laurel. De los árboles caducifolios que crecen en nuestras latitudes y producen fitoncidas útiles para las personas, podemos nombrar álamos, abedules, cerezas y tilos. Todas estas especies son conocidas por hacer frente a Staphylococcus aureus. También es útil respirar el aire de un robledal, ya que la producción volátil de esta planta también es muy fuerte y hace frente a muchos microbios simples. Por lo tanto, no se niegue el placer de dar un paseo por un pino, abedul o cualquier otro bosque el fin de semana, porque quedarse entre estas plantas es muy bueno para su salud.

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